El Campo es el pueblo matriz y Santibáñez es el anejo hasta el siglo XVII. El primer asentamiento del que se tienen noticias en el Campo, como en otros de su entorno es en la repoblación de la ribera del Bernesga.

    Su nombre viene de los buenos pastos y tierras de labor que lo rodean sirviendo como despensa ganadera a la ciudad de León, a cuya jurisdicción pertenecía.

    En el año 1597, la peste se presenta con virulencia y en Campo fallecen 120 personas, desde entonces parte de sus habitantes se trasladan a Santibáñez anejo del Campo y abandonan este por se un luugar húmedo y endémico. Su población se diezmó hasta la llegada del ferrocarril en 1852 por cuyo motivo tuvo gran impulso por contar con estación propia.

    Santibáñez es de fundación eclesial, entorno a su iglesia, dedicada a la degollación San Juan Bautista, del cual recibe su nombre del latín Santi Joañez.

    Los habitantes de Campo y Santibáñez se han dedicado siempre a la agricultura, ganadería, explotación de colmenas, venta de leña de urz, hubo herreros en la fraguas y existieron tejeras para la fabricación de ladrillos y tejas, gracias a la existencia y abundancia de montes de urz, usada como fuente de energía calorífica al no conocerse el carbón. En la actualidad los habitantes viven en su gran mayoría de los empleos y servicios que proporciona León.